Tras la finalización del ritual navideño ,llego a mi acostumbrada y añorado gulag de trabajo, para dar por comenzado el año, atrás dejo la acostumbrada liturgia de tintineo, villancico y buenos deseos complementados con una dosis de almax puesto que mi organismo no hace mucho que saco la bandera blanca de la rendición.
El año comienza cuando nos incorporamos al run run de nuestra rutina diaria, cuando debemos madrugar, llevar a las criaturas al cole, sufrir el trafico matutino sorteando los obstáculos y las imprudencias del personal, las navidades solo nos colocan un filtro sobre los ojos que impone un vivo tono rosáceo a lo que habitualmente es marrón.
Este blog sufre de paralasis permanente, las ideas han sufrido una migración a lugares mas cálidos y paradisiacos, sin embargo nuevo año, nuevos propósitos que incumplir, sin embargo volveré a poner todo mi empeño en devolver ese nivelete a este espacio.
Como rutilante novedad el nuevo diseño, mas actual, quizás un tanto alejado de la típica decoración musical que destila coliseum, pero me resulta sugerente y motivador para arrancar ese motor que lanza ronquidos broncos al ponerse en funcionamiento.
Sedaví ya queda lejos, el punto y final a la pasada temporada debe abrir los caminos para este dos mil diez, en su último post quique marca las líneas maestras, bien. Evolución desde una nueva perspectiva, bien. Mas presión e intensidad en el trabajo, bien. Tenemos las expectativas creadas, tenemos nuestros mejores deseos, tenemos nuestras ganas de disfrutar. Vamos allá, uno… dos… un,dos,tres….